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lunes, 31 de enero de 2011

Sopas de Ajo Castellanas

Uno de los motivos que justifica La Cocina Divertida es el comer en compañía, porque sinceramente es cuando es divertido.
El otro día tuvimos uno de estos momentos en la Cervecería Zas Zas, y aprovechando la tesitura de entrar en su cocina, grabamos el primer video de nuestras recetas, no es para ganar el Pulitzer, pero por algo se empieza. Pero lo más importante no es si el video y/o la receta es bueno o malo, sino lo bien que lo pasamos y lo que disfrutamos comiéndolo.
Ahora bien, como esto del blog no es para dar envidia, sino para animaros a probar, os presentamos la receta: unas Sopas de Ajo Castellanas, uno de los platos más antiguos de nuestro recetario, de origen humilde y que fundamentalmente se elabora con aceite, ajo, pan duro, pimentón y caldo, pero que tiene múltiples versiones, enriqueciendo estos ingredientes con otros (jamón, tocino, chorizo, huevo, etc). En este caso se ha optado por la versión enriquecida, así que espero que os guste.

jueves, 27 de enero de 2011

Coca de Verduras de Montse

Agradecido estoy a Montse, que se está convirtiendo en una asidua de La Cocina Divertida compartiendo sus recetas, que la verdad tienen una pinta estupenda.
Hoy nos presenta una Coca de Verduras, en una versión enriquecida, que es como molan las recetas.


Coca de verduras de Montse


La coca (no pensemos mal), además de ser un bonito pueblo de Segovia, es un plato típico mediterráneo, indispensable en el recetario catalán, que puede ser preparado en versiones dulces o saladas, estas últimas primas-hermanas de la pizza. Aunque lo mejor de todo es hacerlo, comerlo... y disfrutarlo.

martes, 25 de enero de 2011

Del risotto a sus mil versiones

Risotto. Oh! Mamma mia. Jamás comí uno de estos de pequeño, es más no sabía ni lo que era. Ahora como parece que lo ponen en cualquier sitio, pues nos hemos acostumbrado al nombre, y hasta nos suena bien, da igual lo que lleve, pero si es un risotto tiene que estar de muerte (no literal, por supuesto).
El risotto es una manera de preparar el arroz, de manera que suelta el almidón en su cocción y queda un resultado de arroz cremoso, realmente delicioso. Resulta que en esto del risotto, como en casi todo en la gastronomía, hay puristas que por poco te fusilan si te separas de la línea, así que espero no decir nada que me condene. Para conseguir ese resultado, supuestamente hay que utilizar un tipo de arroz específico, el arborio o el carnaroli (ni idea de dónde lo venden) e ir añadiendo el caldo poco a poco, removiendo constante y cuidadosamente; ah y al final se añade queso, pero ojo, como no sea parmesano te la juegas. Bueno, también se mezcla un poco de mantequilla para que se funda con el arroz y tener al final la base de ese arroz cremoso con el que competir en el mismísmo Milán.
Con estos antecedentes he querido hacer una especie de risotto, con setas y bacon, pero para no atentar contra nadie, y curarme en salud, pues con cambiar el nombre es suficiente, así que os propongo un Arroz meloso de setas y bacon, que sinceramente, suena tan bien o mejor, y está buenísimo. Claro que no tenía arroz arboreo, pero puedes utilizar el arroz bomba, que como bien dice "El Cocinero Fiel" en su blog, es el arroz de las tres triples: necesita el triple de agua, está el triple de bueno y es el triple de caro (aunque el arroz redondo normalito también nos vale). En vez de parmesano se han puesto unas lascas de queso curado (que ni comparación con el otro, mil perdones a quien le ofenda), y la verdad, si al final sustituyes la mantequilla por un hilito de aceite de oliva virgen...ahí sí que está de muerte.
Bueno, en cualquier caso, animaros a probar, a conseguir el estilo que más os interese por ser el que más os gusta, aunque haya que cambiar alguna cosilla sobre lo original. Y que aproveche!!

martes, 2 de noviembre de 2010

Grandes cocineros, ¿grandes comunicadores?

Llevamos dos entradas en este blog y ambas llevan un mismo patrón en su título, una afirmación seguida de una cuestión. No está mal pero no pretendo que sea siempre así. Bueno, a lo que vamos, llevamos un tiempo, años, en los que la cocina y el mundo que lo rodea ha experimentado un auge importantísimo, con todas las repercusiones que eso conlleva, sociales y, cómo no, económicas. Hoy día un cocinero de prestigio es una persona muy valorada, fulanito ha dicho esto y lo otro, verdad absoluta si el tal fulanito es un cocinero de prestigio, en definitiva han conseguido una gran credibilidad. Lógicamente esto no se consigue así porque sí, detrás hay un inmenso trabajo y dedicación que ha llevado a la cocina actual, y particularmente en España, a un nivel de innovación que al resto de los mortales que no estamos en la brecha se nos escapa.
A todo esto, en un mundo intercomunicado donde existen multitud de canales para informar, y sobre todo para comunicar, no hay rama o disciplina que no quiera formar parte de esa comunicación. Radio, televisión, prensa, plataformas digitales, juegos o videojuegos, libros, otros que ahora se me escapen y, cómo no, internet. Todo está dispuesto para que el mensaje nos llegue por el canal que queramos recibirlo. Y la cocina llega, claro que llega, bendición. Ahora puedo atreverme a hacer unos buñuelos a la primera habiendo leído dos recetas en libros, otra por la tele, siete en internet con sus comentarios de por qué esto es mejor así y cuál no hay que hacer para no mangarla y dar al traste con los buñuelos, vamos que casi, casi voy a tiro fijo.
Bien, todo esto ayuda a ser un cocinillas, así que uno se atreve a probar otras recetas, y entonces llegamos a esos libros de grandes cocineros que quieren acercar sus recetas a la gente para “poderlas hacer en tu casa”, y de repente abres el libro para ver qué tal: Sinfonía de cantharelus cibarius del valle y pinares de “tal” salteado con mollejas de cabrito y almejas en salsa verde fluorescente con matiz fucsia de remolacha y miel de “cual”. ¡Toma ya!, perfecto, manos a la obra, necesitaremos al menos dos rotuladores, uno fucsia y otro verde fluorescente, porque la remolacha no es fucsia, aunque lo dejamos pasar, pero la salsa verde te aseguro que no es fluorescente a no ser que el perejil esté tratado con uranio enriquecido. Por cierto, después de buscar en internet qué eran las cantharelus cibarius, resulta que son setas, lo que tiene no hablar de vez en cuando el latín, que uno lo pierde. Bueno, pasamos mejor a otra receta, paso de leer el nombre y voy directamente a los ingredientes. Vaya, necesitamos goma xantana, azúcar invertido y otros tres ingredientes que no he oído hablar de ellos en mi vida y que no tengo ni idea de dónde lo venden, en el súper creo que no.
En fin, que debemos tener unos cocineros buenísimos que han encumbrado la cocina española a nivel mundial, pero esas recetas que publican “para hacerlas en casa”, la verdad…, para hacerlas en casa no son. La inmensa mayoría necesitamos otra cocina, otro nivel si se quiere, algo más comunicativo, esa es la palabra del éxito. A este respecto hay cocineros que llegan muy bien al público, y no cabe duda que quien ha entendido la comunicación en la cocina a las mil maravillas es Arguiñano, vamos que se lo ha montado de perlas. No es el único, hay otras personas dedicadas a la cocina que hacen maravillas, y de quienes muchos hemos aprendido qué es cortar la verdura en brunoise, o cómo hacer un risotto, y mucho antes las bases de un buen guiso, y muchísimas otras cosas. Y sencillamente, porque alguien nos lo ha contado bien, nos lo ha sabido comunicar.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Todos comemos, ¿todos cocinamos?

Hola a todo el mundo, si es que hay alguien por aquí.
Empiezo este blog como una forma de compartir alguna de las cosas que pienso sobre el comer y el cocinar y que no puedo (o mejor, no sé) expresarlas...mejor compartirlas, en una página de recetas caseras que creé hace ¡ya dos años y pico! cómo pasa el tiempo. Por cierto la página se llama La Cocina Divertida (original entonces el nombre de este blog, eh?) y se puede visitar en http://www.lacocinadivertida.com/
Bueno, a lo que iba, que no quiero que esto del blog sea sólo hacer publi a esa página, pero evidentemente hay sus conexiones, allí pongo las recetas que sé hacer y aquí quiero poner las reflexiones y dudas que surgen de esas recetas. Y la primera reflexión es una invitación a todas aquellas personas que "no saben hacer nada de nada en la cocina". Les diría que la cocina es divertida, que relaja, y que es un auténtico placer, pero me imagino que así de golpe no vale, vamos que habrá que explicarlo, y eso será poco a poco. En sí, todos hemos cocinado alguna vez: ¿quién no se ha hecho un bocadillo? No quiero ser, ni lo soy, un técnico en la materia, pero considero que hacerse un bocata sí es cocinar (en el diccionario pone que cocinar es guisar o aderezar alimentos, y aderezar es componer, adornar, condimentar, así que me vale un bocata de atún en lata "aderezado" con pimientos del piquillo, también en lata). Riquísimos los bocadillos.
Ya tenemos algo. Si nos gusta lo que comemos, ¿por qué no nos va a gustar hacerlo?, de esto se puede hacer un mundo y entrar en complejidades más técnicas que el cortar el pan para el bocata, que tiene su miga (nunca mejor dicho) pero vamos, es sencillo. La cuestión es que si comer puede ser un verdadero placer, creo que también lo es, o forma parte del mismo placer, el elaborar lo que vamos a comer.
Todos lo que no somos profesionales de la cocina tenemos dudas (supongo que ellas y ellos también) sobre si lo que cocinamos está bien hecho, pero si nos surgen esas dudas, estoy convencido de que estamos por el buen camino para divertirnos en la cocina, y por supuesto luego en el plato.
Puesto que todos comemos, vamos a rematar la faena sabiendo lo que comemos, y hacerlo a nuestra manera, como más nos guste. Por una cuestión de autosuficiencia...y supervivencia.